Deciduus
Hubo un tiempo en que fui inmortal.
El futuro era un lienzo en blanco,
y el pasado
cenizas flotando en el aire.
Tú,
solías quedar varada entre mis sábanas,
y la noche no era temible sino misteriosa.
Hubo un tiempo en que mi piel aún era tersa
y tu mano reposaba dulce sobre mi pecho.
Pero al final, todo se desvanece. Como lágrimas en una almohada recién llorada.
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